lunes, 3 de noviembre de 2008

¿Disminuye la inteligencia con la edad?


Las funciones cognitivas son todas las actividades mentales que realiza el hombe al relacionarse con el ambiente que le rodea. La edad trae ganancias y pérdidas. Actualmente se intenta descifrar qué procesos cognitivos se ven afectados y por qué se producen estos cambios a lo largo de la última etapa de la vida.
Existen muchas definiciones del constructo de inteligencia, pero varios autores coinciden en que se trata de la capacidad general y global que permite al individuo adaptarse a las nuevas situaciones y resolver todo tipo de problemas.
La medición de la inteligencia en adultos mayores es complicada debido a las pérdidas de visión y audición que dificultan el entendimiento de las instrucciones, a los límites de tiempo, que resultan realmente difíciles para los adultos mayores y a otros factores como la ansiedad ante las pruebas.
Algunas pruebas diseñadas para medir la inteligencia son, aunque no todas sean aplicables a los adultos mayores;
  • Test Army Alfa y Army Beta: Aplicadas con el objeto de seleccionar soldados para ocupar distintos puestos en el ejército. El Army Beta tiene la característica de que puede ser aplicado a personas analfabetas
  • WAIS: Desarrollada por David Weschler, ésta se divide en dos grandes categorías: las escalas verbales y las de ejecución. Los adultos mayores no se desempeñan tan bien como los adultos jóvenes, pero la diferencia es principalmente en las subpruebas de la escala de ejecución. Los reactivos verbales que se mantienen con la edad se basan en el conocimiento, no requieren que la persona averigüe o haga algo nuevo. Por otro lado, las tareas de ejecución involucran el procesamiento de nueva información, requieren velocidad perceptual y habilidades motoras, las cuales reflejan el retardo muscular y neurológico ocasionado por la edad.
  • Catell propuso que existen dos dimensiones de la inteligencia: el componente fluido, que representa la forma de la inteligencia utilizada para resolver nuevos problemas y no depende de la experiencia ni de los factores culturales. Depende del estado neurológico. La inteligencia cristalizada se va conformando por medio del aprendizaje y la acumulación de experiencias; está relacionada con las influencias educativas y culturales y corresponde al conjunto de experiencias y habilidades que el sujeto adquiere a lo largo de su vida, presenta un carácter acumulativo y tiende a aumentar con la edad. Depende del conocimiento acumulado.
  • Bates propuso un modelo de procesamiento dual, que identifica los aspectos de la inteligencia que continúan avanzando y aspectos que se deterioran. La mecánica de inteligencia consta de procesamiento de información y solución de problemas que son independientes de cualquier contenido particular; tiene una base fisiológica y se deteriora con la edad. La pragmática de la inteligencia incluye el pensamiento práctico, la aplicación de habilidades, conocimiento acumulado, experiencia especializada y productividad profesional; sigue desarrollándose en la edad adulta tardía.
  • Test de habilidades mentales primarias de Thurstone: Mide distintas habilidades cognitivas: comprensión verbal, comprensión espacial, raciocinio, manejo de números y fluidez verbal.
  • Actividades Instrumentales de la Vida Diaria: Prueba de la competencia cognoscitiva para vivir de manera independiente. Evalúa: Manejo de finanzas, compras para necesidades, usar el teléfono, obtener transporte, preparar comidas, tomar medicamentos y realizar tareas domésticas.

Algunas habilidades, como la velocidad de los procesos mentales y el razonamiento abstracto, declinan con la vejez, pero algunos aspectos del pensamiento práctico e integrador tienden a mejorar a lo largo de la mayor parte de la vida adulta.

De acuerdo con la hipótesis del compromiso, las personas que la inicio de la vida muestran una elevada capacidad intelectual y reciben oportunidades educativas y ambientales favorables tienden a tener un estilo de vida "comprometido" marcado por actividades ocupacionales y sociales complejas e intelectualmente demandantes cuando son adultos mayores.

Las situaciones carenciales, rutinarias y poco estimulantes que viven muchas personas mayores contribuyen a que los individuos obtengan bajas puntuaciones en los tests de inteligencia. El estilo de vida y la actitud general de la persona influyen de forma determinante en los decrementos cognitivos que se manifiestan. El deterioro cognoscitivo a menudo se relaciona con el desuso.

Desde 1970 se desarrollan programas encaminados a previnir y/o estabilizar los decrementos cognitivos de las personas mayores. Uno de estos programas es el ADEPT (Adult Development and Enrichment Project), realizado por Baltes y Willis. Este programa busca modificar las habilidades de la inteligencia fluida mediante el ejercicio.

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